lunes, 29 de julio de 2013

Bella

Esta chica de belleza casi nórdica hace mucho tiempo que llegó a mi casa. Aún recuerdo su entrada triunfal hablándome con esa mezcla de acento ruso- italiano. Y es que, según ella misma me contó, nació y se crió en San Petersburgo, Rusia, aunque a temprana edad tuvo que emigrar junto a su familia a otro país muy diferente al suyo, Florencia. De ahí su nombre de Bella pronunciado bela y no bella como ella me corrigió, "Bella de bellisima". Los motivos para abandonar su país los desconozco por completo, pues al preguntarle por ello no pudo más que decirme "lo siento, pero es mejor que no sepas nada, es mejor así". Y a mí que no me gusta ser cotilla, no quise insistir más.

Posando radiante
De su infancia en Rusia apenas contaba nada, sin embargo de su vida en Florencia todo: sus amistades, los ricos helados italianos, sus salidas nocturnas con las amigas, los negocios que sacaron adelante su familia... y Stephano. Al pronunciar ese nombre sus ojos centellearon como luces en el mar y en su cara se dibujó una gran sonrisa. "Ese bambino rubio era una lagartija, siempre ideando juegos y travesuras. Éramos dos niños que se prometieron amor eterno, jajaja, ¿te lo puedes creer? ¡De eso hace ya mucho tiempo!" Y toda la conversación giraba en torno a él con sus correspondientes suspiros e iluminación de ojos que ella negaba por completo.

Feliz de posar para este reportaje
Apasionada de la moda, Bella disfruta aconsejando a las chicas y chicos de la casa sobre los estilismos que más le convienen a cada uno con esa gracia y frescura que derrocha al hablar, acompañada de ese movimiento de manos tan característico de los italianos y que ella efectúa a la perfección. Bella enseguida se ganó la simpatía de los demás habitantes de la casa y pudo establecer una buena amistad con cada uno de ellos.
Y sin más despedimos este reportaje, no sin antes desearos un buen comienzo de semana, ¡hasta pronto!


domingo, 14 de julio de 2013

Los inseparables

Ryan, Sporty y Liam

Así es. Desde que estos tres chicos se encontraron en mi casa han sido inseparables: haciendo travesuras juntos, compartiendo secretos y confidencias, acudiendo a fiestas... prácticamente como hermanos.

Haciendo de las suyas


El guapo Liam posando para la ocasión

El primero en llegar a casa fue Liam. Su nombre original no es ese, lo sé, pero me gustó tanto y me recordaba en cierta manera al Liam original (quizás sólo en el pelo rubio, jaja) que decidí ponérselo. De hecho, en su caja ni siquiera aparecía un nombre con el que llamarle, simplemente "Ken moda mágica en París".
Y es que en cuanto lo vi, sentí amor a primera vista. No sé si fue su peinado, esos ojos rasgados de color azul o el original vestuario que lucía, pero supe que acabaría llevándomelo a casa. Y así fue. Después de las presentaciones correspondientes y de una pequeña conversación, este rubiales no lo dudó ni un momento y se trasladó a mi casa encantado.






El siguiente en llegar fue Ryan. Esa carita casi angelical e imberbe, su original peinado y ese aire de frescura que derrocha con su mirada supieron conquistarme y desear que se uniera a mi pequeña familia. En cuanto le hablé de los demás habitantes de la casa decidió venirse entusiasmado.
                                                               

                                                                        
 Muy pronto estos dos chicos congeniaron a la perfección y establecieron una bonita amistad. Ambos supieron comprenderse y encontrar en el otro el compañero ideal para su vida muñequil.

Amigos inseparables


                                                                   Y de repente llegó ella:
Si lo de los otros chicos fue amor a primera vista, podemos decir que lo mío con Sporty fue un flechazo en toda regla. En mi humilde opinión, esta muñeca es una de las más hermosas que ha creado Mattel; quizás influya mi gusto por las muñecas que difieran de la clásica Barbie rubia. No es que tenga nada en contra de las rubias ni mucho menos, es más, tengo alguna que otra muñeca rubia, pero como dije en una publicación anterior me gusta que los muñecos tengan algo diferente, lo que también me permite tener variedad de personajes a la hora de crear historias. Y claro, esta morena de ojos color miel, con su larga melena y sus dos originales trenzas no me lo pusieron muy difícil.


Al contrario de lo que algunas personas pudieran creer, esta chica, lejos de romper  la amistad entre Liam y Ryan, la fortaleció aún más. Sporty se unió a este dueto y pasó a ser un chico más del grupo:

Los tres amigos sonrientes


Y sin más: ¡¡¡Feliz tarde de domingo!!!




                                                   

domingo, 7 de julio de 2013

La primera de todas

Aquí os presento a la primera Barbie que tuve en mi infancia: Capri. 


No sé por qué le puse ese nombre, pero recuerdo que cuando era niña y jugaba con ella siempre la llamaba así y, así, la he rebautizado. También recuerdo que fue un regalo de mi abuela, bien por cumpleaños, Reyes o sin motivo alguno, pues ya sabemos todos cómo son las abuelas y estoy segura de que allá donde esté se alegrará de saber que aún la conservo y, además, con un gran cariño. Eso sí, de su ropa original y complementos no tengo nada porque ni sé las veces que habré jugado con ella inventando mil historias y, claro, inevitablemente todo se deteriora o acaba perdiéndose, o al menos en mi caso.




Su pelo tampoco es el original, no sé por qué motivo se lo acabé cortando y, además, rematando la faena con purpurina (la que espero quitar con vuestros consejos), jaja. Supongo que serían cosas de niñas... Aunque tengo que reconocer que le da un toque distinguido. 
Sus articulaciones no mantienen una posición, sus piernas han perdido su color natural... y, aún así, ¡qué cariño la tengo! 





Dejando atrás la nostalgia de mi infancia, hablaré un poco de su vida. Capri no sólo fue la compañera perfecta de mis aventuras y juegos sino que también supo vivir las suyas propias: salió de fiesta, se divirtió, viajó y ¡¡¡se enamoró!!! 


 Y ¿quién es el afortunado?: Jack. No es un Ken ni un Adonis, no, pero este chico rudo supo conquistar el corazón de Capri. A pesar de sus enormes músculos, Jack no es sólo un cuerpo, también tiene una cabeza muy buen amueblada y un gran corazón y, claro, Capri cayó rendida a sus pies. 
Jack trabajaba para la compañía de servicio secreto Action Man pero ya estaba algo cansado: demasiados viajes, misiones arriesgadas, peligros... El dinero no compensaba el riesgo constante y además Jack quería cumplir su sueño: formar una familia. 



En cuanto Jack y Capri se conocieron, surgió algo muy especial entre ellos que han conseguido mantener todo este tiempo. Tanto es así que, incluso, han formado su propia familia: 
Capri, Jack y los pequeños Zac y Molly
!!!Y bien felices que se les ve!!!

                             Y sin más, !!buena tarde de domingo a tod@s!!